PRINCESA
No nos sobran las palabras y ni siquiera
Los ojos quieren aferrarse a las futuras estaciones.
Las viejas doctrinas descansan en tus caderas,
Bajo mis manos. Allí se olvidan las primeras ideas,
Los cantos adánicos, la hierba fresca que nos habría podido arropar.
Las estaciones se funden y tus ojos aún quieren
Adentrarme. Pero te ofrezco muy poco,
Acaso una llama lánguida,
El escuálido propósito de nombrarte
Como a una princesa,
En unos minutos ensalivados.
Levantas los labios y tus ojos quieren recorrer
Este interior, frío como estación en invierno,
Frío como estación atrapada en hielos prehistóricos.
Ya no saldré de viaje,
Las locomotoras agonizarán
Apuntando hacia el Norte.
Como los viejos vagones,
Sin ruta en estos días.
Y tú, mientras, asomada
A estas luces sin feria
A estos momentos hibernados,
Al balbuceo de un chiste,
Trazado con hilos de baba,
Como demostración de páramos,
Coraza terrenal,
O verja que pretende esconder
Un jardín de confusión.
Los ojos quieren aferrarse a las futuras estaciones.
Las viejas doctrinas descansan en tus caderas,
Bajo mis manos. Allí se olvidan las primeras ideas,
Los cantos adánicos, la hierba fresca que nos habría podido arropar.
Las estaciones se funden y tus ojos aún quieren
Adentrarme. Pero te ofrezco muy poco,
Acaso una llama lánguida,
El escuálido propósito de nombrarte
Como a una princesa,
En unos minutos ensalivados.
Levantas los labios y tus ojos quieren recorrer
Este interior, frío como estación en invierno,
Frío como estación atrapada en hielos prehistóricos.
Ya no saldré de viaje,
Las locomotoras agonizarán
Apuntando hacia el Norte.
Como los viejos vagones,
Sin ruta en estos días.
Y tú, mientras, asomada
A estas luces sin feria
A estos momentos hibernados,
Al balbuceo de un chiste,
Trazado con hilos de baba,
Como demostración de páramos,
Coraza terrenal,
O verja que pretende esconder
Un jardín de confusión.