jueves, 23 de julio de 2009

RECOLECTORAS DE TÉ


RECOLECTORAS DE TÉ

Vomitas una pradera de estrellas verdes.
Se expanden como bordas de barcos tibios.
Bandadas de mujeres se afanan en los campos.
Azul es la mañana y azules son las tierras.
Son legiones estas mujeres
Y diamantes azules sus destinos.

Una naranja alumbra las gargantas,
Vulnerables y agotadas como estatuas.
Esperanzado es el corazón que late en tantos pechos,
El sacrificio por los hijos fue supremo en esta vida.
Entregaron los tendones. Entregaron madrugadas
Sin luceros que, azules, alumbraran las praderas.

El té es ufano en los mercados que otros disponen en palacios
Construidos con las carnes de esas manos de juguete
Que los más pequeños endurecen en las matas ya crecidas.

Las espaldas se comban para siempre sobre la tierra adormecida.
Eterno es el infierno de los mansos.
Té medular de las horas
Minúsculas manos lo recogen.