viernes, 14 de noviembre de 2008

MANSOS: El puente


Cruzas un puente como una niña asustada.
¿Quién te obligó a hacer lo que no querías?
Pero, allá fuiste tú, siempre obediente.
Obediente cuando limpiabas
con apenas seis años.
Obediente cuando cocinabas y barrías
y cargabas la comida de los poderosos.
Obediente, al fin, a las órdenes
de cuantos te rodean.


Bienaventurada seas
entre todas las criaturas
de este universo
porque obedeciste siempre
y cruzaste aquel puente,
aunque no querías
y tenías miedo.

Bienaventurada seas para siempre:
yo te vi
como a una niña que no rechista
cuando le arrancan una muela
que tenía sana.


1 comentario:

irene dijo...

Grácias para darme acceso a tu tierra Balbucia. Desgraciadamente mi español es tan pobre y en un nivel tan concreto que es difícil comprender los textos.
Y donde empezar?
La fotografía de esta niña me llamó la atención, y la poema me ha afectado.
Hay otros que puedes recomendarme? Dime por favor!
hasta luego, Irene